15-01-2010, 11:06
"Que un ‘crack’ mundial -el mejor jugador del mundo ni más ni menos- acabe el partido de Copa del pasado miércoles llorando desconsoladamente dentro del vestuario dice mucho a su favor. Primero, es una demostración palpable de su compromiso total con la institución, y segundo refleja abiertamente su mentalidad ganadora", así comienza la nota del diario español Sport que se titula "Las lágrimas de Leo Messi" y en la que se hace referencia al estado anímico del jugador tras la victoria por 1 a 0 ante el Sevilla, resultado que sin embargo no alcanzó para lograr la clasificación.
Esta referencia al compromiso de Leo Messi con el Barcelona se da en el mismo momento en que el jugador es cuestionado en la Argentina por no tener ese grado de entrega con el seleccionado dirigido por Diego Maradona.
El mismo medio español refiere luego: "Leo Messi no pudo reprimir sus lágrimas cuando se consumó la eliminación del Barcelona en la competición de Copa (…). El argentino no pudo aguantar más y su rabia desembocó en desconsoladas lágrimas a las que los compañeros intentaron poner remedio animándole".
Sport destaca que fue el director técnico, Josep Guardiola, quien se acercó a consolarlo.
"El técnico pudo comprobar de primera mano que tiene entre sus manos a un auténtico ‘crack’, que no quiere perder ni a las canicas. Da igual que lo haya ganado todo, tanto a nivel colectivo como individual -de hecho su única espina es el Mundial-, Messi no pudo reprimir su decepción por caer eliminado en un título. El jugador además se autoinculpaba de la eliminación porque había tenido varias oportunidades clarísimas que no había podido consumar, sobre todo por la extraordinaria actuación del meta Palop. Guardiola se encargó de hacerle ver que aquí no había ningún culpable y si había que señalar a alguien era a él mismo, por no haber sabido llevarlos hacia la clasificación", se lee.
Esta referencia al compromiso de Leo Messi con el Barcelona se da en el mismo momento en que el jugador es cuestionado en la Argentina por no tener ese grado de entrega con el seleccionado dirigido por Diego Maradona.
El mismo medio español refiere luego: "Leo Messi no pudo reprimir sus lágrimas cuando se consumó la eliminación del Barcelona en la competición de Copa (…). El argentino no pudo aguantar más y su rabia desembocó en desconsoladas lágrimas a las que los compañeros intentaron poner remedio animándole".
Sport destaca que fue el director técnico, Josep Guardiola, quien se acercó a consolarlo.
"El técnico pudo comprobar de primera mano que tiene entre sus manos a un auténtico ‘crack’, que no quiere perder ni a las canicas. Da igual que lo haya ganado todo, tanto a nivel colectivo como individual -de hecho su única espina es el Mundial-, Messi no pudo reprimir su decepción por caer eliminado en un título. El jugador además se autoinculpaba de la eliminación porque había tenido varias oportunidades clarísimas que no había podido consumar, sobre todo por la extraordinaria actuación del meta Palop. Guardiola se encargó de hacerle ver que aquí no había ningún culpable y si había que señalar a alguien era a él mismo, por no haber sabido llevarlos hacia la clasificación", se lee.